¿Qué tipo de zapatos es recomendable usar si tengo diabetes?

La diabetes mellitus es una enfermedad causada por muchos factores y se caracteriza por la pérdida de la regulación de los niveles de glucosa en sangre. El descontrol crónico de la enfermedad se asocia con la aparición de complicaciones de los vasos sanguíneos, desde los más grandes hasta los más pequeños. Por ello, es vital que las personas con diabetes busquen atención médica continua para reducir esta clase de riesgos, más allá del control de su glucosa.¹

El pie diabético como complicación de la diabetes

El pie diabético es una alteración de las estructuras que conforman el pie y se origina como consecuencia del daño que producen los niveles altos y sostenidos de glucosa en la sangre en los diferentes tejidos. Esto produce alteraciones tanto en los nervios (neuropatía diabética) como en los vasos sanguíneos que pueden dar lugar a una úlcera en el pie de diverso grado y, en la mayoría de los casos, esta se desarrolla a partir de una lesión previa u otro factor desencadenante, por ejemplo:1 Caminar descalzo. Enfermedad vascular periférica. Deformidad del pie (pie de Charcot). Las personas que viven con diabetes y desarrollan pie diabético pueden notar disminución de la sensibilidad de las extremidades inferiores.1 Esta situación predispone la aparición de heridas que de no ser tratadas adecuada y oportunamente pueden derivar en una infección grave.1,2 El manejo de las infecciones del pie diabético requiere una vigilancia estricta de la herida, además de manejo con antibióticos, una alimentación e hidratación adecuadas y, desde luego, un buen control de los niveles de glucosa en sangre.²

Eligiendo el calzado correcto

La correcta elección del calzado para las personas que viven con diabetes tiene por objetivo evitar problemas, así como reconocer y actuar frente a situaciones de riesgo en el cuidado de los pies. A continuación se enlistan las características de un calzado adecuado para quienes padecen diabetes:2 Forma ancha acorde con la forma del pie. Tacón entre 1 y 3 cm. Puntas redondas o cuadradas (idealmente 2 cm entre dedos y punta). Sin costuras internas que lastimen el pie. Suela ancha y de goma flexible. Material natural (piel). Sujeción en el talón y que no apriete el tobillo. Zapato cerrado que no exponga alguna parte del pie.

Recomendaciones adicionales

Existen recomendaciones preventivas adicionales a la elección de un calzado adecuado que se pueden integrar a la vida cotidiana y que son sencillas de realizar:2 Usar calcetines de algodón sin resorte ni costuras. Cortar las uñas de los pies en línea recta y limar las orillas de forma redondeada. Revisar el interior de los zapatos antes de ponerlos. Evitar caminar descalzo. Revisar diariamente los pies utilizando un espejo, lavarlos con jabón neutro y secarlos bien. Aplicar talco entre los dedos si hay sudoración o humedad. Aplicar crema evitando colocarla entre los dedos.

La revisión de los pies de una persona con diabetes se debe hacer de forma obligatoria en cada consulta médica y cualquier inquietud referente con el cuidado de los pies debe ser resuelta en ese momento, por muy sencilla que esta sea.²

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