Guadalupe - Reyes sin remordimiento

Diciembre es quizás el mes que todos esperamos que llegue durante el año, posadas, familia, amigos, celebración, regalos, un mes lleno de color, de alegría y de sabores.

Un mes en el que probablemente dejemos nuestros hábitos diarios y en el que frases como: “en enero vuelvo a iniciar”, “total, es época para celebrar”, “una vez al año no hace daño”, se vuelven parte del pretexto perfecto para comer de más, no ejercitarse, olvidar tomar nuestros medicamentos correctamente, desvelarse o inclusive beber algunas copas por las festividades.

¿Pero qué efectos podrían generar estas decisiones sobre nuestra salud?

Comencemos por reconocer el panorama de estas fiestas, por ejemplo: asistir a la posada del trabajo, con los amigos, con los vecinos o familiares con quienes no se celebrará las fiestas de fin de año, la ansiedad por recibir el aguinaldo para comprar la lista de regalos y los ingredientes para la comida así como los múltiples gastos de fin de año.

Esto trae consigo una serie de situaciones como:

1. Un estado de estrés continúo debido a las presiones por encontrar y comprar los regalos a tiempo.
2. Mayor disponibilidad de alimentos ricos en carbohidratos, por ejemplo, los bolos navideños que recibimos en las posadas o en intercambios, mismos que contienen en su mayoría dulces, chocolates, galletas, etc.
3. Grandes cantidades de comida típica de estas fiestas, porque bueno es época de abundancia.
4. Acceso a una considerable cantidad de bebidas alcohólicas en cortos periodos de tiempo.
5. No dormir adecuadamente, por los diversos compromisos sociales.
6. Ayunos prolongados, ya sea porque dormimos muchas horas después de una gran celebración o simplemente porque sabemos que comeremos de más en la reunión y preferimos no comer durante el día para “compensar” la cena durante la convivencia.  
7. Romper nuestra rutina de ejercicio o actividad física porque quizás interfieren con otros compromisos, porque hay visita en casa, o bueno porque simplemente de momento “no hay tiempo más que para los preparativos y en enero se retomarán”.

Desafortunadamente este tipo de situaciones pueden contribuir con un descontrol en los niveles de glucosa, debidos a:

1. Ingerir demasiada comida y no realizar actividad física, contribuyen a elevar los niveles de glucosa en sangre, más si se está en tratamiento para la Diabetes y los medicamentos no son administrados correctamente.
2. También el estrés puede elevar los niveles de glucosa en sangre al producir hormonas que contribuyen con el aumento de glucosa.
3. Desvelarse o no descansar adecuadamente puede contribuir a elevar los niveles de glucosa además el estado continúo de alerta en horas en las que normalmente estamos dormidos, afecta la producción y función de la insulina.
4. Deshidratación y niveles muy bajos de glucosa en sangre debido al consumo de bebidas alcohólicas, sobre todo con el estómago vacío.

Y quizás en este punto pensaremos algo como: “bueno, pero yo me cuido durante todo el año”, “solo son unas cuantas reuniones”, “es una exageración”, “no creo que por unos días que me porte mal, pueda pasar a mayores”. Sin embargo, recordemos que el descontrol de los niveles de glucosa puede acarrear estados agudos de Hiper o Hipoglucemia, Cetoacidosis Diabética entre otras situaciones clínicas que pueden llegar a ser un riesgo para la salud y que de no ser intervenidas oportunamente, pueden tener consecuencias graves.

Pero… ¿Cómo decir que no a una posada o intercambio? ¿Cómo decir “no gracias no quiero recalentado? ¿Cómo decir “no, gracias”, una sí cuenta como una, no como ninguna”? ¿Cómo decir me voy a descansar temprano, cuando la fiesta está en pleno apogeo? Ya que a nadie le gustaría ser el que se quede fuera del festejo y la convivencia.

Bueno, en realidad no es necesario quedarse fuera de la fiesta, lo único es tomarse la época con moderación y hacer elecciones inteligentes, por ejemplo:

1. No saltarse tiempos de comida y consumir un refrigerio saludable antes de la reunión para evitar comer de más.
2. Verificar con anticipación qué tipo de alimentos estarán disponibles, de esa manera se puede saber si son o no parte del plan de alimentación y tomar medidas para llevar nuestros propios alimentos que inclusive se pueden llevar para compartir.
3. Si se es el anfitrión u organizador de la fiesta, tomar en cuenta las necesidades de todos los asistentes (compañeros del trabajo, amigos y familiares), hay que considerar alternativas de alimentos saludables.
4. Evitar preparaciones que impliquen azúcar adicionada como en glaseados, almíbares o bien alimentos envasados o empaquetados con alto contenido de sodio.
5. Evitar preparaciones que impliquen freír o gratinar por su considerable contenido de grasas saturadas. Optar por platillos que incluyan cortes magros, ingredientes vegetales frescos y cuyas preparaciones sean horneados, asados o al vapor (sin grasa añadida).
6. Si se va a preparar algún tipo de guarnición, procurar que sean opciones saludables, evitar aderezos grasosos o dulces y optar por vinagretas hechas a base de aceite de oliva.
7. No se tiene que renunciar a los platillos preferidos durante esta época, pero si se debe optar por combinaciones sanas y limitar el tamaño de las porciones de acuerdo a su plan de alimentación.
8. Acordar con los asistentes preparar los platillos típicos en porciones pequeñas.
9. Optar por bebidas con pocas calorías como agua natural, infusiones calientes de hierbas aromáticas como anís, canela, manzanilla u otras comunes sin azúcar añadida.
10. Evitar el consumo de bebidas alcohólicas, sin embargo, si se decide consumirlas, consultar con un médico sobre la cantidad y el tipo. Regularmente la sugerencia es limitar a una bebida por día y consumir junto con las comidas.
11. Recordar llevar los medicamentos si se está en algún tipo de tratamiento y tener a la mano refrigerios en caso de que el nivel de glucosa sea bajo.
12. Recordar que la actividad física también puede ayudar a mantener en rango el nivel de glucosa, por lo que se procurar continuar la rutina de actividad física o bien intercambiarla por otras alternativas como bailar en la reunión, dando un paseo o inclusive ayudando al anfitrión al limpiar después de la fiesta.

Celebremos con moderación para ser parte de más y más festejos por muchos años más. El toque especial de estas fiestas no son ni el platillo, la bebida o un regalo en especial, eres tú en compañía con tus seres queridos. ¡Felices fiestas!

 

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Recuerda que tu médico es el único facultado para recomendarte lo mejor para tu salud.  

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